[+] Aquella tarde no era de
las más frías que se podían encontrar dentro del solsticio de
invierno. Pese a todo, era necesario llevar un abrigo lo
suficientemente gordo, que no dejase penetrar el frío ni dejara
escapar el propio calor corporal, además de unos guantes que
protegieran las manos de la incómoda temperatura. En el suelo,
quedaban algunos charcos de la lluvia de la mañana, rodeados de un
contorno ya seco, pero que había dejado humedad en la piedra. Las
aceras de las calles, presentaban un aspecto sucio con zonas más
oscuras que otras y los bancos todavía estaban mojados por lo que no
había nadie ocupándolos. La jornada se parecía cada vez más a un
domingo. De fondo, se escuchaba algún ruído de gente y platos, muy
entrecortado y solo de vez en cuando, muy probablemente proviniente
de algún bar o taberna cercano. Por la carretera apenas circulaban
automóviles ya que la mayor parte de la gente seguía en sus
trabajos. El viento silbaba suave mientras tiraba las hojas más
secas de los árboles formando así un lecho marrón acolchado sobre
la hierba medio oculta. El otoño ya había llegado. Lo más bonito
de aquella gran ciudad, era la gran aproximación que había entre
ella misma y el bosque colindante, que protegía dos caras de la
misma como una barrera vegetal infranquable.
Los árboles, de hoja
perenne, no tenían intención de cambiar sus hojas, desafiando a las
fechas, a la estación y a cualquier cosa que quisiera quitárselas y
dejarlos sin protección. Pero no solo resistían a la acción de la
misma naturaleza que los había creado, sino que permanecían
erguidos frente a la acción del hombre que tanto intentaba acabar
con ellos. Lo conseguían. Quizás debido a muchos siglos y milenios
de adaptación que los había convertido en troncos férreos y
seguros con raíces profundas que no se despegaban del suelo bajo
casi ninguna cirscuntancia. Crecían en equilibrio, apoyándose en
sus ramas para no caer hacia ningún lado y aguantar los embites del
viento más audaz. Despedían inteligencia y sabiduría pero su
esencia no dejaba de ser cada vez menor.[+]
[To be continued]