Cuando ves que todo
a tu alrededor ya no es como solía ser y además no te gusta, te
encuentras fuera de tu zona de confort. Todo comienza cuando
encuentras el vaso en un lugar diferente de la cocina, continua por
la aparición de otro vaso diferente en un lugar diferente de la
cocina, y terminas con otro vaso y otra cocina que no se parecen en
nada a los de antes. Sucede por causas de la vida, porque tiene que
ser así. Yo creo que la vida nos lleva hacia donde mejor vamos a
estar aunque parezca que el camino es el peor sitio del mundo. Pero
si todo sale bien, podrás estar más o menos tiempo en un lugar
penoso, que lo que vas a aprender será demasiado bueno. Nada sucede
sin razón, ni siquiera las casualidades...
Otro día amanecía
lejos de su tierra. Aquellas vacaciones estaban siendo dignas de
recordar por toda la gente que había conocido y todos los lugares
que había visitado. Aún así le quedaban algunos lugares por
visitar y ese día en concreto se acercaría junto a sus amigos al
único e inimitable, Musée du Louvre. Era por la mañana y el tiempo
permanecía en calma como había sido desde que había llegado. La
entrada estaba abarrotada de gente por todas partes pero esto solo
respaldaba la grandeza del lugar. Llegó perdido, como abobado.
Cuando cayó en la cuenta, ya había empezado a visitar las
incalculables obras de arte que cada pared y cada rincón mostraban
con aire orgulloso. Tal era su grado de fascinación que tardó en
darse cuenta de que había alguien más en su pequeño círculo; dos
chicas extranjeras, de la misma residencia, se habían añadido al
grupo y paseaban tranquilamente a su lado.
Casi por inercia
llegaron a una gran sala donde unas grandes moles de piedra separaban
a modo de antecámaras, la cámara principal. Era un paso obligado
para continuar la ruta, lo cual explicaba la enorme cantidad de gente
que se aglomeraba en la inmensa estancia.
Hartos de ser
empujados por el resto de turistas decidieron dar marcha atrás y
volver por donde habían venido. Cuando por fin se deshicieron del
agobio de la multitud, cayeron en la cuenta de que faltaba alguien;
una de las chicas extranjeras no se encontraba con ellos. En un
primer momento, realmente nadie fue capaz de reaccionar. Pero unos
segundos más tarde, él marchaba en la dirección contraria a la que
acaban de seguir.[+]
[to be continued]
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